Proviene de una familia modesta de las afueras parisinas, de Fécamp en Normandía, después en Vendee, en les Sables-d'Olonne, donde paso los primeros catorce años de su existencia. Educado por su abuelo materno, Gilbert Kitten, (antiguo ayudante-jefe de la brigada de Bomberos de París), David, se mece en sus heroicidades, y por su juventud, se apasiona por todo aquello que trate sobre su padre, Raymond Belle Lute, soldado y antiguo miembro de la tropa Da lat, en Indochina Francesa, una fuerza de la naturaleza y un excelente deportista y también Bombero de París, inspiro a su hijo enseñándole el "método natural" que había aprendido en el ejército.
A partir de esta inspiración, David desarrolla el parkour en un entorno urbano sosteniendo el lema "ser y durar". De esta forma decide dejar el colegio con el fin de consagrarse en su pasión: el parkour. Para él, el deporte debe primero, ser útil, la fuerza y la agilidad que el ha desarrollado nos deben servir en la vida, como le recordaba a menudo su padre.
Correr, saltar, escalar, suspenderse, mantenerse en equilibrio, desarrollar la confianza en sí mismo, superar el obstáculo y continuar avanzando, son para él una obsesión. Librarse de los obstáculos, de las dificultades, de sus miedos, y llegar allá donde ha decidido gracias a un trabajo tanto físico como mental. A los 15 años, llega a Lisses (91), región parisina próxima de Évry. Es durante este periodo cuando se encuentra con otros jóvenes que le seguirán. (Como los Yamakasi, que el guió durante 8 años).
El "parkour" no tiene federación, ni club ni campeonato. No tiene normas, ni dinero, solo el deseo de hacer, sin reglas, pero con honestidad y humildad. Y mucho trabajo sobre todo.
David, hace algunos vídeos de lo que es capaz de hacer en ese momento. Edición artesanal, pone música... es así como nacen las primeras imágenes del "parkour..." El aparece ya que las salidas visuales son evidentes: vídeo-clips, publicidad, cine de acción, shows, etc.